29.6.09

La pálida

Este post va dedicado a la madre de Waxter y a Rocío, la pequeña onubense que esta noche ha conocido las vistas nocturnas de Graná... hasta que casi se queda sin conocimiento.

La 'pálida' es un término acuñado en el argot porrístico y que se refiere a ese bajón repentino, seguramente de glucosa, que te suele pegar en alguna circunstancia determinada si eres de los que sueles aspirar thc. Antes o después te va a pasar. Pues eso. Puede ser que no tengas el cuerpo mu católico ese día... que apenas hayas comido... o que el trócolo en cuestión esté bien surtidito. Algun chungo de esos he sufrido, aunque nada grave... Son más los que he presenciado, sufridos por otros, algunos de ellos realmente fulminantes.

El de esta noche ha sido así. Rocío es una chica que ha venido acompañando a un amigo a Graná. El amigo en cuestión me comunicó esta tarde q si podría hacerle el 'favorcillo' de prepararle a su amiga una antorcha en condiciones, que tenía ganas de catar algo rico. Yo capté enseguida el doble sentido y pensé... seré buen amigo... le prepararé la antorcha... y lo mismo se la lleva a la cama y cata algo rico...

Así las cosas, y tras prepararle un suculento trompetón a la susodicha, nos hemos dispuesto a dar cuenta del mismo entre conversaciones triviales y carentes de profundidad, con una magnífica vista nocturna granaina, de las que quitan el sentío, como telón de fondo. Todo discurría con relativa normalidad hasta que se ha manifestado en Rocío uno de los inequívocos signos de la llegada de la inminente pálida: la imperiosa necesidad de hacer que la mayor parte posible de tu cuerpo entre en contacto directo con el suelo. Menos mal que entre los presentes se encontraba un doctor (en Historia del Arte, pero doctor), que se ve que ha visto mucho Hospital Central y que entiende de esto un rato (doy fe, pues no es su primera intervención en un embolao parecío).

La aparición providencial de una piruleta de naranja, gentileza del Depósito de Rechupete de Caja Rural, ha servido para que nuestra decadente visitante retomara las mínimas fuerzas necesarias como para poder hablar e incluso evitar potar, con una sonora arcada incluida que por fortuna se quedó sólo en tentativa. Un cartel.

Moraleja: Si quieres satisfacer a una chati, no la invites a un waka. Emborráchala.

P.D. 1: Ánimo señora madre de Waxter. Aunque este blog no te servirá para que lo dejes... lo mismo te enganchas a los porros.

P.D.2: El canuto es q estaba cargaillo. Las cosas como son.

p.D. 3: Sigo sin catar el tabaco desnudo. Sólo acompañado. Odio tanto la soledad...

2 comentarios:

  1. La piruleta no, el piruletón de Caja Rural. Quizá la Pálida llamara a 'juuuann' por la animalada que se había metido en la boca para nivelar azúcares ¿o habrá que preguntarle al doctor Mubarak? Se trataba de una piruleta King Size.

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  2. Jajaj El doctor Mubarak supo cómo reaccionar. La king size era también la talla del wacamole.

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